23 de febrero de 2011

Perdonen

Cuando un poeta pierde a su musa, con ella se va la inspiración, no solo para su poesía, sino para su rutina diaria. Actualmente no dispongo de tal, bueno, puede que sí, pero no es consuelo saber que se halla en la cama con otro hombre. Disculpen mi escasez argumentaria, ya que siempre trato de lo mismo y no se por donde seguir. Perdón por haberles hecho perder el tiempo.