A día de hoy, cierro por reformas. Sé que no he escrito desde hace bastante. Da igual. Todo ya deja de importarme.
Cuando te das cuenta de todo, ves el mundo con otros ojos. Las personas que creías eran importantes, dejan de serlo, lo que pensabas que te gustaba deja de hacerlo. Solo quieres volver atrás. Tener una segunda infancia. Ser ese niño inocente, que sigue creyendo que todo es sencillo, cuya única ilusión es el día de su cumpleaños o el de los Reyes Magos, cuando solo te importa lo material, cuando solo necesitas a tu familia. Pero ya no puedes. Todo, de repente ha cambiado. Quieres salir, estar con gente, hacer cosas que antes no podías y que ahora son el centro de tu vida. Vivir del vicio.
Muchas cosas pasan rápido y tu solo quieres volver a vivirlas, mas no puedes. Es demasiado tarde. Ahora piensas en que, tu vida, tarde o temprano acabará, como la de toda esa gente que te rodea. De una manera u otra, todo llega a su fin. Tu llegas a tu fin.
Ahora mismo, quiero que llegue el mío. Ya no tengo fe en cosas que antes creía que se la merecían. Como el amor de aquella persona con quien, solo deseaba poder recibir un "te quiero". Me he dado cuenta de que vivo en una farsa, que no soy mas que uno más de los que componen este mundo, que no le importo realmente a nadie.
Puede que suene muy excesivo, pero soy así, lo siento. Ahora solo deseo desaparecer y no dejar huella de ello.
Posiblemente, éste sea mi último post, ya que no sirve de nada que ponga cosas aquí. Es solo una perdida de tiempo.
Un saludo a todos los que me habéis seguido, posiblemente pocos. Aún así, gracias.
Atentamente: el del otro lado de la pantalla