25 de septiembre de 2010

Alejado de la mano de Dios

A día de hoy, cierro por reformas. Sé que no he escrito desde hace bastante. Da igual. Todo ya deja de importarme.
Cuando te das cuenta de todo, ves el mundo con otros ojos. Las personas que creías eran importantes, dejan de serlo, lo que pensabas que te gustaba deja de hacerlo. Solo quieres volver atrás. Tener una segunda infancia. Ser ese niño inocente, que sigue creyendo que todo es sencillo, cuya única ilusión es el día de su cumpleaños o el de los Reyes Magos, cuando solo te importa lo material, cuando solo necesitas a tu familia. Pero ya no puedes. Todo, de repente ha cambiado. Quieres salir, estar con gente, hacer cosas que antes no podías y que ahora son el centro de tu vida. Vivir del vicio.
Muchas cosas pasan rápido y tu solo quieres volver a vivirlas, mas no puedes. Es demasiado tarde. Ahora piensas en que, tu vida, tarde o temprano acabará, como la de toda esa gente que te rodea. De una manera u otra, todo llega a su fin. Tu llegas a tu fin.
Ahora mismo, quiero que llegue el mío. Ya no tengo fe en cosas que antes creía que se la merecían. Como el amor de aquella persona con quien, solo deseaba poder recibir un "te quiero". Me he dado cuenta de que vivo en una farsa, que no soy mas que uno más de los que componen este mundo, que no le importo realmente a nadie.
Puede que suene muy excesivo, pero soy así, lo siento. Ahora solo deseo desaparecer y no dejar huella de ello.
Posiblemente, éste sea mi último post, ya que no sirve de nada que ponga cosas aquí. Es solo una perdida de tiempo.
Un saludo a todos los que me habéis seguido, posiblemente pocos. Aún así, gracias.

Atentamente: el del otro lado de la pantalla

8 de septiembre de 2010

Problemático

Día tras día,
no paro de llorar
mis lágrimas emanan
y no piensan parar
eres el recuerdo
que nunca quiero olvidar,
eres la protagonista
de ésta historia sin final
y que te voy a contar,
ya lo sabes todo
y todo está por determinar.
Me lío entre mis versos
como mis dedos entre tu pelo,
lo sabes:
te quiero.
Y no puedo más,
mi corazón se resiente
por que no estás,
eres mi sueño,
mi felicidad,
el por qué de mi existencia,
un cuento de nunca acabar.
Solo te quiero a ti
el resto me da igual,
te quiero como eres
y no quiero verte cambiar,
que te conserves como rosa
en una urna de cristal,
quiero verte sonreír
desatar tu felicidad,
no podría soportar
ver tus lágrimas perderse
creando un pequeño mar
de penas y tristeza
que no llevan a ningún lugar.
Se me acaban las palabras
para poderte expresar
que te quiero con locura
y no lo pienso alterar.
Sufro un problema,
problema que acaba en A...

7 de septiembre de 2010

Rimologíamorosa

Bueno,
aquí añado una breve canción,
no la dicto yo
lo hace por mi el corazón.
Tengo ansias de ti
de poder volar
de pasar las horas libres
y no regresar.
Parece sencillo
pero me cuesta expresar
que lo que siento por tí
es sobrenatural
no sé si lo leerás,
certeza pura no tengo,
pero aunque no lo lo hagas
te llevo en mis sentimientos.
Quiero mirar tus ojos
y reflejarme en ellos,
quiero ver tu sonrisa
y que me eleve al cielo,
quiero estar contigo
y dejar pasar el tiempo,
quiero uno de tus besos
y que se me trague el infierno,
lo dulce siempre es malo
y tu dulzura supera
al más dulce caramelo.
Por qué siento todo ésto
te preguntarás,
explicación no existe,
te quiero y nada más...

Dedicado a...

5 de septiembre de 2010

Necesidad musical

Cuando algo te gusta, no puedes parar de tomarlo, hacerlo, ir... Te lo pide el cuerpo. Esa sensación de vacío que se crea en tí cuando llevas demasiado tiempo sin aquello que te hace feliz, te crea desconformidad contigo mismo, lo cual es un problema. A mi por ejemplo, me encanta la música. Un conjunto de sonidos bien situados en una escala de tiempo de longitud indefinida, es lo que hace que me mueva día tras día. Ya sea rap, jazz, blues, soul, R&B, reggae... Cualquier estilo que realmente contenga un mensaje, ya sea entre las líneas del compositor que se esmera en su casa para expresar lo que él siente o entre las líneas del que se mueve entre corcheas, silencios y demás símbolos musicales. Necesito escuchar música así. No me sirve el típico rollo comercial que se trae todo el mundo. Esa... en fin, prefiero no agregarle adjetivos por no herir la sensibilidad de quienes me leen y que la escuchen, ya que respeto a quienes lo hagan, puede que a ellos no les guste lo que a mi. No todos escuchamos lo mismo. Pero si algo está claro es que la música es un lenguaje universal que nos une a todos. Sea del lugar que sea, una partitura se lee igual, y el mensaje que solo la textura de una voz expresa, se entiende, por extraño que sea el idioma del cantante. Admiro a quienes saben de éste arte tan prestigiado a nivel internacional, el esfuerzo que hay detrás de lo que oímos a través de nuestros cascos o de nuestros altavoces es inmenso. Para lograr esa homogeneidad entre los diferentes elementos se necesitan diversas personas, en gran parte de las veces, especializadas. Por razones como ésta, mi mayor deleite a día de hoy, es una buena canción. No todo es mover el culo en una pista sin ninguna razón. No es nada negativo, pero si uno no sabe lo que escucha, deja de ser crítico, y entonces solo te basas en lo que la gente sin cultura musical se basa: en que sea marchosa o en la imagen del grupo.
Por ello, espero leyentes míos (a día de hoy tres o cuatro), que os relajéis, pongáis en vuestro reproductor una canción que os haga sentir bien, y la analicéis. Posiblemente, vuestra opinión se modifique al ver que no es lo que vosotros estabais escuchando, que no se le asemeja, es otra canción distinta ya que detrás de los sonidos que nosotros percibimos fácilmente, hay otros más complejos detrás que hacen que la pieza en sí engrane cual reloj suizo y que el mensaje (que antes era inexistente en alguno de los casos), no nos trasmita después lo que pensábamos que nos trasmitía, que el autor no quiere decirnos eso.
Disfrutad de vuestra música, pero siempre siendo críticos.

Atentamente: el del otro lado de la pantalla

Catálogo de reflexiones. Fascículo segundo

Segunda edición de la redacción de reflexiones a cargo del de detrás de la pantalla.
¿Nunca habéis tenido esa sensación de inseguridad producida por el acoso constante hacia todas las cosas que hacéis por parte de vuestros progenitores? Sí, hablo de la típica regañina conocida por todos, causada por la desconfianza hacia los actos realizados mientras ellos no estaban presentes, esas acusaciones, generalmente dirigidas hacia las drogas, el alcohol o el vicio en general, comentarios del tipo: ¿Fumas?¿Bebes?¿A dónde has ido?¿Qué es ésto? Esa bronca que ya es algo frecuente en nuestra vida, que fin de semana tras fin de semana nos acosa y hace que odiemos la preocupación de nuestros padres y que nos haga pensar si ellos realmente fueron alguna vez jóvenes. Por éste motivo me he frustrado muchísimas veces, ya que, nunca está mal saber que tienes a alguien a quien le importas, pero a veces llega a lo excesivo. Uno sabe cuidarse solo, y si no, debería. Ellos, en gran parte de las veces lo sacan de quicio y a partir de ese momento comienzan las mentiras, desconfianzas y en casos extremos, la ruptura del lazo familiar. Yo ya he pensado en emanciparme, pero seguro que no podría, lo tengo asumido, es algo que realmente aun pareciendo fácil, es una ardua tarea, el salir de la libertad vigilada paternalmente hacia una libertad sin vigilancia, que si se toma de manera prematura, acaba en un descontrol total. Todo es más fácil con padres, pero no todo. Siempre quedan las ansias de salir hasta tarde, las ganas de poder hacer lo que te plazca, de tener un piso, un coche... Pero cuando te das cuenta de que todo es más complicado de lo que la tele nos hace pensar en esas películas emitidas después de comer, lo único que deseas el regresar a tu hogar, volver con los que te criaron desde que no eras más que un pequeño ser hasta el momento en el que tienes uso pleno de razón y crees saber tomar tus propias decisiones. Después de todo ésto, pienso que a veces uno ha de tragarse sus palabras y madurar de manera natural y no intentar ir por delante de lo que la vida quiere que hagamos, si no, podemos desencaminar nuestro rumbo, haciendo que nuestra personalidad, conducta y un largo etecé se modifiquen, pero para mal.
Quiero a mis padres y los respeto, saben que lo hago, pero a veces desconfío yo también de ello con tan acusadoras preguntas y comentarios acerca de lo que yo decida hacer con mi vida. Se decidir, o al menos lo intento. Pero siempre me quedará la esperanza de que algún día hallaré esa libertad tan codiciada desde pequeños, para bien o para mal.

Locuras

Lo sé, a lo largo del día ya me lo han comentado varias veces, sea por teléfono, en persona o por una de esas ya tan conocidas redes sociales que nos atan a la pantalla del ordenador: estoy loco.
Pero no esa locura típica de libro de suspense, que se dedica a ir por la calle con un garfio y desgarra a sus víctimas abriéndolas en canal, hablo de la locura producida por la sociedad que me rodea. Esa locura que todos de vez en cuando pasamos y que nos hace pensar doble, que nos hace reflexionar sobre el por qué de nuestra existencia y que al mundo parece no entrarles en la cabeza. Todo el mundo cree que la vida es algo efímero, algo que se ha de aprovechar y que no se puede desperdiciar preocupándose sobre lo que nos sucede. Que la vida es solo un juego. Pero no es así. No puedes pasarte los años de tu existencia haciendo lo que los animales, moverte por instinto. Has de ser un homo sapiens, usar la razón, pensar, actuar de manera correcta o lo más correcta posible. Por cosas así admiro a los filósofos, porque se dedican a hacer todo lo anterior, obviamente hay diferentes posiciones filosóficas, diferentes ideales, de ahí la posibilidad de orientarnos hacia el que más nos agrade. Sinceramente, se que me estoy desencaminando del hilo de mi argumento, tampoco me importa, soy así de extraño, extrapolo con facilidad. Aún con todo y volviendo al asunto esencial, tengo asumido que la gente que me llama loco, no miente. Yo me considero un loco. Sí, puede sonar poco habitual el que alguien se denote con adjetivos que realmente a nivel social estén mal vistos, pero nunca me ha gustado creerme alguien realmente dotado o portentoso, justo al contrario. Siempre me he infravalorado. De ahí mi locura. Locura por ser algo o alguien, locura por conocer lo desconocido, locura por llegar a donde otros no llegan, locura por aquella mujer que me hace soñar... Sufro locura por muchísimos motivos y cada uno más extravagante que el anterior. Por eso lo tengo asumido: estoy loco.

Matinal

Como podéis comprobar, sufro cierta atracción hacia la escritura en éste blog ya que en menos de un día, he publicado tres entradas, pero digamos que sufro cierto periodo mental que hace que piense cosas de éste carácter con más frecuencia.
Hoy, 11.45 de la mañana, lo único que quiero es patinar, solo eso, patinar.
Hace ya medio año desde que cogí por primera vez un skateboard y decidí salir a la calle en busca de alguna rotura ósea o muscular de importancia para, así, poder ponerme una escayola, autofirmarla y fardar de los buenísimos amigos que tengo que acaban de firmar un trozo de piedra que tenía en el brazo. Nunca pude antes, ya que siempre estaba la madre protectora que decía que eso solo lo hace la gente que está mal de la cabeza. Andaba equivocada. Ahora, la patineta me ayuda bastante en el día a día. Desde que esekaocheo he conocido a gente de todo tipo: buena, mala, heavy, punk, rapper,... De todo, y pocos locos. Y estoy orgulloso de conocerlos por que hacen que mi día a día sea algo más ameno. Gente como Lucas. Desde que le conozco, he de reconocer que la perspectiva desde la que veo el mundo se ha movido un par de metros y desplazado unos cuantos grados, haciendo que nada sea exactamente lo mismo. A él le agradezco aquí las horas hablando por msn como gilipollas, diciendo de todo y los múltiples consejos por los cuales me he visto iluminado en ciertas ocasiones.
Patinar, algo que a simple vista no es más que una tabla con ruedas que te ayuda a moverte con el uso de la inercia aportada por tus piernas, acaba siendo un mundo entero, con sus excentricidades de todo tipo y su gente, ya que como en todo, siempre hay alguien que también lo haga, y que lo haga mejor y gracias a ello se establecen vínculos alumno-profesor pero a un nivel más coloquial.
Agradezco mucho a Lucas sus consejos, ya sean relacionados con "Como sacarse el ollie: guía para idiotas" o que hacer cuando esa persona pasa de ti. Gracias Lucas otra vez más, un fuertísimo abrazo, sabes que aquí para lo que sea!

4 de septiembre de 2010

Catálogo de reflexiones. Fascículo primero

No han pasado escasos minutos desde la primera entrada de este blog, pero aun así, las ganas de escribir algo son incesantes. Cual fumador veterano con su tabaco, yo necesito escribir para sentirme alguien, de ahí ésta entrada y todas las que le sucederán con el tiempo.
Hoy, en lo único que mi mente piensa es en ese sentimiento que todos vemos por todos lados, ya sea reflejado en el título de una película o libro, en un anuncio de alcohol o en la máquina de preservativos que se halla en los baños de nuestro bar favorito. Efectivamente hablo del amor, esa sensación que según las películas americanas se asemeja a mariposas en el estómago, que crea sudores extraños en nuestro cuerpo y que nos hace sentir de una manera poco habitual.
Desde pequeños, todos hemos oído hablar de él como algo normal, algo que tarde o temprano llega, algo que siempre acaba bien y que viene acompañado de perdices, pero no es tan fácil y bonito como nuestros queridos congéneres intentan demostrarnos. Siempre, o en gran parte de las ocasiones acaba mal. ¿Quién no se ha encontrado ya a la edad de los 15 o 16 años (edad que siempre es considerada demasiado prematura como para sentir algo así) en frente de ese ser, hombre o mujer, que, de cierta manera, nos atrae y que nos es inexplicable describir con palabras, ya sea su físico o su manera de ser, y no ha sabido reaccionar con total seguridad de sus actos?¿Tan complicado es decir esas dos palabras tan conocidas como pueden ser "me gustas" o "te quiero/amo"? Pues sí, lo es. Algo que parece estar chupado cual chupete de un niño de 2 años, acaba siendo una tarea que poca gente puede cumplir con éxito, ya que acaban actuando sobre tu cuerpo los nervios, la presión del "que dirá" el/ella o el "qué dirán" los demás.
Si ya es complicado sobrevivir a esa primera fase, luego llega el tiempo de espera de la respuesta de la persona: sí, no, es que estoy con alguien, no quiero estar atado/a... Existen múltiples posibilidades, y de todas ellas, un 99.9% suelen ser negativas para el aludido, haciendo que los siguientes días en nuestra manera de ser se muestren distintos cambios que hacen que la convivencia con la gente que nos rodea sea más complicada, que nos mostremos ausentes pensando en aquella persona que hizo que nuestra mente se mantuviese en blanco durante horas, que nos hizo soñar pero que, tras haber intentado con toda tu ilusión algo, acaban hundiéndose todas nuestras esperanzas como el Titanic al chocar con un inmenso iceberg.
Algo que parece tan fácil como es el amor acaba siendo una tarea que nos lleva a la desesperación, a la confusión y a la frustración entre otros síntomas de tan odiosa enfermedad. Creo que después de pensarlo, odio al amor o amo al odio, no lo tengo claro, pero desde luego, creo que el amar no es lo mío...

Primera entrada

Tras varias horas de reflexión, de horas comiéndome la cabeza, haciendo de mi seso una masa de tejido inerte, he decidido crear este blog con el único objetivo de decir cosas que suelen quedarse en folios diversos que de diferentes formas, terminan siendo ceniza.
Me da igual la reacción de los leyentes hacia toda esta sarta de estupideces escritas por motivos que hasta ahora se mantienen desconocidos hasta para mí, pero aun así agradeceré todos los comentarios escritos por cada uno de vosotros ya que aprecio que haya gente interesada en la vida de los demás, todo obviamente, sin llegar a la obsesión, como hacen todos los medios de comunicación actualmente hacia aquellas personas que, por distintas causas llegaron a ser "alguien" o que al menos, así lo interpreta el mundo. Con ésto quiero decir que solo hago de ésto una plataforma para explayarme y decir lo que siento, decir lo que me come por dentro, decir todas esas cosas que posiblemente a lo largo de nuestra corta vida nos hayan sucedido y nos haga sentir incómodos con nosotros mismos, que nos deje sin respuestas a aquellas preguntas que nuestro corazón o nuestra mente nos plantea.
Sin extenderme más, doy las gracias a todos los futuros leyentes de ésto, si es que los tiene.
Un abrazo.

Atentamente: el del otro lado de la pantalla