Bueno, pues la tercera edición de mi fascículo de reflexiones.
La verdad, no estoy muy emocionado con ésto, no se por qué, pero bueno, dejemos de buscarle los porqués al asunto y pasemos a lo que realmente venimos aquí: amor otra vez, mi sentimiento más odiado por los desperfectos que en mi ha causado a lo largo de mi escasa existencia.
Posiblemente, algunos de vosotros hayáis sufrido una frase tan típica y conocida como: "quiero que sigamos siendo amigos", por parte de esa persona que, tras conocer demasiado y establecer una fuerte amistad, ha pasado a formar un vínculo extraño superior a esa anterior y bonita relación no amorosa. El problema de este vínculo, es que la mayoría de las veces, no suele ser mutuo, están los factores miedo a perder la relación, belleza, visión de futuro de dicha relación... Pero todo ésto, con perdón de la gente que no opine lo mismo, no son mas que sandeces. ¿Quién si no la persona que más te conoce, va a ser la más apropiada para hacerte feliz? porque no creo que alguien conocido de escasos días, te pueda hacer sentir tan bien como esa persona que día tras día se esfuerza por estrechar la relación. Estos casos, se suelen dar siempre por parte del género masculino al femenino (hablo generalizando). Como podéis comprobar, no hablo de ésto sin saber, ya que estoy pasando por esa situación, de ahí este fascículo.
Cada día que pasa, dudo más del criterio de la gente a la hora de elegir pareja. Sé que soy el ser más imperfecto que existe sobre la faz de la tierra, lo cual veo normal, mi situación solemne, pero no es solo por mi, sino que día tras día, te encuentras a gente que se guía por factores que realmente no importan. Una relación no son solo besos y caricias, no es solo belleza y sexo. Una relación es un enlace sentimental mutuo entre dos personas que de una manera u otra comparten características y se encuentran a gusto juntos, pero no solo de manera física, sino de manera sentimental.
Sigo sin obtener respuestas al por qué de mi estado sentimental, lo que sigo corroborando día tras día, es que odio al amor y amo al odio.
Atentamente: el del otro lado de la pantalla